SÁBADO 6 AGOSTO
Es el último día en Dublín y aprovechamos para visitar algunos lugares de
la ciudad que no pudimos durante el tiempo de este curso tan intenso.
Por la mañana paseo por la zona de Portobello -barrio emergente, pintoresco
y multirracial- cruzamos el canal para ir al barrio de Ranelagh -residencial,
lleno de jardines preciosos y campos de césped cuidadísimos- aunque con este
clima es muy fácil que sea asi, Alejandro dice que les crece la vegetación por
castigo.
Después vamos a ver la iglesia de St. Patrick, la iglesia más grande de
Dublín dedicada al santo patrón de Irlanda. A lo largo de su historia ha
sufrido varias restauraciones, la más importante porque representa la imagen
que presenta hoy en día la catedral, tuvo lugar durante la década de 1860 y fue
financiada por Benjamin Guinness, nieto del fundador de la célebre marca de
cerveza irlandesa y nos contaron que la empresa ha sido siempre una gran
benefactora para la ciudad.
Aparte
de su espléndida estructura gótica y su enorme campanario, destacan las
espectaculares vidrieras y el interior, cuyos ornamentos, decoraciones y esculturas
dan un repaso a la historia de la catedral y la ciudad.
La catedral posee una escuela de coro bastante importante y en la actualidad es la única iglesia de Irlanda y Gran Bretaña que ofrece dos misas cantadas a diario.
Aun así no coincidimos con ellas, no podemos esperar a escucharles,
queremos ver la Biblioteca Chester Beatty, pero coincidimos con la
representación de una obra de teatro que sucede al aire libre frente al
castillo de Dublín, este curioso jardín circular y lo más curioso es que los
actores van apareciendo y circulando mientras actúan alrededor de él.
La obra es “Measure for measure. Ireland 1916” una adaptación de una
de las obras menos conocidas de W. Shakespeare, en la que se hace una reflexión
sobre la justicia, sobre si la ley debe aplicarse de modo estricto o racional y
que esta compañía teatral sitúa en la época de The Rising.
Tenemos la suerte que el último acto y la canción del final ocurren
justo enfrente de nosotros aquí os dejo un fragmento de video para que lo veáis:
Y el final de la obra y despedida en forma de canción.
Luego el último paseo por la ciudad para ver de nuevo y despedirnos de
las vistas desde el río Liffey, la zona de Temple Bar y ¿como no? el Trinity
College, ¡hasta siempre!
Lidón, qué emotivo todo lo que escribes. Me encantan tus entradas y me alegro de que hayas tenido tan buena experiencia ;)
ResponderEliminar